LA ESCUELA MISTERIOSA

Érase una vez una niña y un niño llamados Sara y Pablo, eran hermanos. Un día en la hora del recreo Sara y Pablo caminaban por el pasillo y encontraron un objeto misterioso, una palanca. Los niños no salían de su asombro y tiraron de ella -¡ooh! una puerta-entremos –exclamo Pablo-, los niños caminaron por aquella cueva misteriosa ¡Riiiiin! la campana del recreo sonó. Por la noche fueron a la escuela a investigar, siguieron adelante en la cueva y encontraron unas inscripciones antiguas, Pablo buscó en su tablet que significaba ¡Ohh noo! tenían que salir corriendo de allí, ponía “El pasillo de la escuela nocturna de los vampiros”. Por suerte una vampiresa amable les contó la historia y los niños a la noche siguiente quedaron en el parque, la vampiresa dijo -os enseñare el final del túnel- ¿Dónde acaba? -Acaba en la mansión abandonada donde vivimos los vampiros y vampiresas. Los niños decidieron entrar !guuau! ¡que bonita!, Sara y Pablo decidieron hacerse amigos de los vampiros y vampiresas y cada vez que se aburrían iban a la mansión abandonada a jugar con los vampiros. Celia Prieto Castro. 4º de Primaria