LA CALABAZA MÁGICA

Érase una vez unos niños que hicieron unas calabazas para Halloween. Todos los niños le pusieron caras terroríficas a sus calabazas, excepto Mario. Aquel niño le puso una preciosa sonrisa a su calabaza y unos grandes ojos. El día de Halloween usaron las calabazas como linternas. Ese día Mario se acostó a las once de la noche, al cabo de una hora Mario oyó un ruido! la calabaza estaba viva! , se asustó pero la calabaza le dijo al chico – gracias por ponerme esta cara porque así soy buena, las otras calabazas son malvadas, hay que detenerlas antes de que hagan algo malo. Mario se vistió rápidamente, cuando salieron las ventanas de las casas estaban rotas, la calabaza y el niño consiguieron detener a las otras calabazas. Al día siguiente el niño descubrió que la calabaza concedía deseos, el primer deseo que le pidió fue que vinieran sus amigos y el segundo que llovieran golosinas. . Celia Prieto Castro . 4º de Primaria.