En cada 31
de octubre la muñeca diabólica toma vida. Ella se ve reflejada
entre muertos y sangre, por eso cada año decide averiguar alguna
acción maligna de algún hecho de su vida. Este año ha decidido
buscar a su asesino.
Fue casa por
casa, hasta que por fin lo encontró.
Vio a una
niña que disfrutaba rompiendo muñecos y juguetes. La muñeca
diabólica recordó todo lo que ella había pasado, después pensó
en darle una lección.
Estando la
niña en la habitación empezó a oír unos ruidos muy siniestros.
Ella, sin preocuparse, pensó que era la televisión y tranquila
siguió rompiendo sus muñecos. Lo escuchó una vez y otra y otra. De
repente se apareció. La niña estaba muy asustada porque no era
normal. De pronto reconoció aquella cara y recordó cómo destruyó
a la ahora llamada "muñeca diabólica".
La hizo
jurar que nunca más destrozaría ningún juguete, trataría bien a
sus amigos y se comportaría con educación con los mayores. La niña
aterrorizada aún, pidió perdón por todo el daño que le había
causado a todos los juguetes y muñecos que ella rompió. Así
habiendo logrado este año su cometido, la muñeca diabólica volvió
a sumergirse entre tumbas y muertos, hasta el próximo 31 de octubre
en la noche de los muertos vivientes.
Esther Martín Muñoz.
Pradochano, 6º de Primaria.
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