Eran
unos niños que querían ir a la fiesta de la “noche de Halloween”.
Los amigos decidieron vestirse de fantasmas, Dráculas...Cuando
tenían ya tres bolsas de caramelos y era ya muy tarde y se iban aya
a dormir, fueron a tocar a la última cas, donde ellos no sabía que
vivía un fantasma, que solo salía en la noche de Halloween para
asustar a los niños. Ellos tocaron y nadie abría la puerta y
decidieron irse ya por que era tarde y sus padres a lo mejor les
podían reñir.
Cuando
justamente, paseaban por la ventana se oyó una voz que decía:
-
No volváis aquí que la vais a pagar vosotros. Ellos, muy asustados
salieron a correr, repartieron los caramelos y se fueron. Cuando solo
quedaban dos personas para irse, decidieron llamar a una casa, no
para que le dieran caramelos, sino para que les acompañara a sus
casas porque les daba miedo. Ellos no volvieron a pasar por allí y
no volvieron a tocar en la noche de Halloewee a esa casa. Tanía.
Alagón del Río, 6º de Primaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario