Como todos los años,
Ainhoa, Blas, Fran, Saray y yo vamos de casa en casa pidiendo
chuches. Habíamos pedido chuches en casi todas las casas, solo nos
faltaba la casa de Grisenda, la Bruja. Nos acercamos a la casa y,
cuando nos disponíamos a tocar el timbre, la puerta se abrió.
Entramos, estábamos andando cuando, .... Buuummml. Se cerró la
puerta y, de repente, se abrió una trampilla. ¡ AAHHHH! Nos caímos
por la trampilla y descubrimos un pasadizo secreto. Al final del
pasadizo había una puerta y esta puerta llevaba a una fiesta de
Halloweeen que le prepararon sus padres. Sira. Alagón del Río,
4º de Primaria.
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