Erase una vez una niña muy buena y lista pero a la vez traviesa, cuando va a donde su abuelita no se divierte como todo el mundo cuenta. Se aburre más, que daría todo para no ir, porque parece que no es cansado. A ella le gustaría explorar el mundo, averiguar casos, luchar contra monstruos, etc., pero su madre no le dejaba decía esto:
-¡¡¡No hija, es muy peligroso, tú tienes que ser doctora o enfermera!!!
Un día de camino a donde su abuela, se encontró con un zorro y él le dijo:
- Oye, niña guapa ¿dónde vas?.
Y ella tan lista se sabía el cuento de este zorro, y ella le contestó:
- ¡Bueno, pues de paseo un rato!.
El zorro no se fió y dijo
- ¿Para qué es la comida?
- Para picar por el camino. Replicó Caperucita.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaah!. Contestó el zorro.
Pero la niña le dijo:
- Oye, por qué no me echas una carrera, y el sabiendo que era más rápido que ella, acepto. Caperucita, cómo le enseño su madre, le engaño y cuando su madre se enteró dijo con alegría:
Puedes luchar, explorar o lo que quieras defendiendo este bosque.
-¡Bieeeeeeeeeen!!
Marína Martín 3º de E. Primaria de Alagón del Río.
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