Había
una vez un vampiro que vivía en una gran mansión con sus amigos. Un
día por la noche, cuando el vampiro fue a chupar sangre a los niños
se acordó de que era Halloween y decidió esperar hasta más tarde.
Él fue a buscar a sus amigos los fantasmas y los zombis.
Cuando
llegaron todos los niños se creían que eran disfraces y a ellos no
les asustaba y entonces se deprimieron. Los niños les preguntaron
que que les pasaba y ellos les dijeron que no pasaba nada y que le
iban a ayudar a asustar.
Al
día siguiente el vampiro fue a su casa y le dijo que qué tenía que
hacer. Él le dijo que ir a las camas de los niños y asustarles y
así lo consiguió y se convirtió en el vampiro más temido y así
vivió feliz. Ivan Villar. Alagón del Río 6º de Primaria.
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