En
una granja había una pocilga llena de cerdos. Algunos estaban gordos
y rechonchos y otros eran más delgados y aparentemente más débiles.
¡Parecéis
enfermos! Les decían despectivamente los hermanos cerdos. ¡No
estamos enfermos! Vivimos a gusto, contestaban.
Un
día apareció en la pocilga el amo de la granja, quería los cerdos
más hermosos para que les dieran los mejores jamones y los cerdos
más rechonchos acabaron convertidos en jamones.
Desde
entonces en la granja nadie ha vuelto a reírse de los demás.
Arantxa.
3º de Primaria. Alagón del Río.
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